Son muchas las ocasiones en que alguien se nos acerca a decirnos que debemos llevar a nuestro hijo/a al psicólogo, también ocurre que ya sea en el jardín o en el colegio nos orientan a hacerlo, o simplemente como los padres que somos, creemos que necesita ayuda profesional
Las causas más comunes para llevar a los pequeños y a los adolescentes a consultar al psicólogo/a son: problemas en el control de esfinteres, aburrimiento constante, tristeza o desgano frecuente, reiteradas conductas agresivas, baja tolerancia a la frustración, sobre adaptación, exigencias fuera de lo normal, inquietud, ansiedad, timidez extrema, dificultad para relacionarse con pares o con las demás personas, bajo rendimiento escolar y trastornos generalizados del desarrollo.
La familia juega un rol fundamental y siempre estará involucrada, debido a que la personalidad y el compartamiento del niño y el adolescente están en gran parte determinados por su ambiente y sus afectos, teniendo ésto directa relación con la familia.
En caso de que necesites consultar a un psicólogo, debes conversar con tu hijo/a para explicarle de qué se va a tratar y por qué crees que es necesario. Es importante bajar sus ansiedades, responder a sus preguntas y que no debe sentir verguenza o culpa por acudir a un profesional.
Un tratamiento psicológico no se trata de encontrar culpables ni responsables, sino de detectar la dificultad, reconocerla y ayudarse mutuamente para superarla.
Las causas más comunes para llevar a los pequeños y a los adolescentes a consultar al psicólogo/a son: problemas en el control de esfinteres, aburrimiento constante, tristeza o desgano frecuente, reiteradas conductas agresivas, baja tolerancia a la frustración, sobre adaptación, exigencias fuera de lo normal, inquietud, ansiedad, timidez extrema, dificultad para relacionarse con pares o con las demás personas, bajo rendimiento escolar y trastornos generalizados del desarrollo.
La familia juega un rol fundamental y siempre estará involucrada, debido a que la personalidad y el compartamiento del niño y el adolescente están en gran parte determinados por su ambiente y sus afectos, teniendo ésto directa relación con la familia.
En caso de que necesites consultar a un psicólogo, debes conversar con tu hijo/a para explicarle de qué se va a tratar y por qué crees que es necesario. Es importante bajar sus ansiedades, responder a sus preguntas y que no debe sentir verguenza o culpa por acudir a un profesional.
Un tratamiento psicológico no se trata de encontrar culpables ni responsables, sino de detectar la dificultad, reconocerla y ayudarse mutuamente para superarla.